La nueva cultura empresarial apuesta por un ambiente de trabajo abierto a las emociones, pero eso no significa que debas dejar que tus reacciones afecten la toma de decisiones.

Siempre ten una meta en mente

Antes de reaccionar pregúntate qué es lo que necesitas conseguir con toda interacción que realizas. Teniendo una misión es menos probable que las emociones nublen tu juicio.

No tomes decisiones cuando estés enojado

Nunca tomes una decisión de negocio importante cuando estés abrumado por las emociones. Aléjate, tómate un relajante tiempo fuera y piensa en lo que debes alcanzar. Después identifica los pasos que necesitas seguir.

Piensa en las consecuencias antes de actuar

Si haces algo impropio, las consecuencias pueden ser terribles. Cuando piensas cómo podría afectarte (cómo podría dañar tu carrera, qué impacto tendrá para tu familia, tu estilo de vida y tu reputación), podrías detenerte y no hacerlo. Por eso, enfócate en las consecuencias positivas de las cosas y haz que ésas te impulsen a tomar buenas decisiones.

Retrasa los regaños

Muchas veces optamos por arreglar rápidamente las cosas para sentirnos mejor en el momento, como gritar, pero reaccionar de esta manera no es lo mejor en el largo plazo. Mantente disciplinado y realiza un plan de ataque.

Comunícate calmada y frecuentemente

Es importante que cuando haya un problema con alguien te sientes a resolverlo. Ver la actitud de la otra persona podría ayudarte a disipar tu enojo y permitirte entablar una conversación más productiva con ella. Además, cuando tú, como joven emprendedor, te tomas el tiempo para entender el punto de tu empleado o colega es más probable que te respeten.

Si eres tú, cambia

Si continuamente pierdes la razón o un comportamiento en particular te está generando malos resultados, podrías necesitar modificar tu actitud o eliminar ese comportamiento. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, podrías tener que admitir que el problema eres tú y que necesitas tomar ciertos pasos para corregirlo.

Conoce tus detonadores de personalidad

Por lo general, cuando las personas escuchan la palabra “detonador” la ven con una connotación negativa. Aunque esto puede ser cierto, estos detonadores también pueden tener consecuencias positivas. Estos detonadores son cosas que te impulsan a tomar decisiones positivas. Una vez que las identifiques, guárdalas en tu cabeza para cuando te confrontes a ambientes de trabajo tensos.

Si te equivocas, aprende de tus errores

El fracaso es un regalo. Te enseña qué es en lo que debes seguir trabajando. Si te equivocaste o estás actuando impropiamente, debes reconocer que cometiste un error y no ponerte a la defensiva.

Fuente: Soy Entrepreneur

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