Argentina sufre una inflación que en el último año, según organismos independientes, supera el 20% aunque las cifras oficiales la sitúan en torno al 10.

Es por ello, que el gobierno lleva meses pactando con los supermercados los precios de productos de primera necesidad. Ahora intenta que el del pan baje a la mitad.

Con esta medida espera no afectar la canasta básica familiar de sus ciudadanos y de esa forma evitar más protestas callejeras.