Ahora más que nunca “la calle está dura” y el trabajo es algo que se cuida como un tesoro. Es por eso que cuando en el ambiente laboral se siente cierta rareza, ya sea por la actitud del jefe o porque crees que no has hecho tan bien tus tareas, surge una cierta inquietud que hace preguntarnos si seremos nosotros los que recibiremos la carta de despido.

A continuación dejamos algunas pistas a las que deberías poner atención:

1. La empresa en la que trabajas fue vendida: Si esto sucede debes considerar que hay muchas posibilidades de que tu empleo se vea afectado de un día para otro.

2. La compañía ya no es rentable: Si es así, es muy probable que haya reducción de personal, por lo que tu empleo estará en peligro.

3. La compañía implementa una estrategia que no compartes: Si rechazas la nueva estrategia, no dudes que el resto se dará cuenta y creerá que no estás en condiciones de remar con ellos en la misma dirección.

4. No te invitan a reuniones ni a tomar decisiones: Si dejan de pedir tu opinión para asuntos que son claves para la empresa, algo no anda bien. A esto súmale que ya no te enteras con anticipación de las noticias o informes de la compañía.

5. Nuevo jefe: Generalmente cuando una nueva persona llega al mando, aparece también un nuevo equipo, por lo que que no te extrañe que haya cambio de personal.

6. Desconfianza y Frialdad: Si sientes que tu jefe está pendiente de todo lo que haces y cuestiona constantemente tu trabajo, puede que ya no confíe en lo que haces. Más aún si antes tenían una relación laboral más cercana y te hacía partícipe de las decisiones; ahora, en cambio, cuando necesitas hablar con él siempre está ocupado.

7. Mala calificación: Si recibiste una mala calificación por tu desempeño y sumado a eso te realizan comentarios negativos al respecto, debes analizar en qué estás fallando y mejorar, o deberás comenzar a buscar trabajo en otra parte.

8. No te dan tareas inmediatas: Puede que la cantidad de trabajo haya disminuido o, simplemente, ya no hay muchos proyectos para ti en la empresa.

9. Ya no hay permisos y te dan tareas urgentes: El jefe que antes te permitía salir temprano o realizar algunas diligencias en tu horario de trabajo, ahora siempre responde con negativas a tus solicitudes. Además, te encarga tareas casi imposibles de hacer y que antes se realizaban en grupo dada su complejidad.

Fuente: Contexto.com.ar