Al respecto, Walter Oyarce Delgado señaló: “El Proyecto Esperanza se inicia con 20 jóvenes, hombres y mujeres, todos ellos del Callao, que han estado involucrados con actos delincuenciales y consumo de drogas, y que durante su niñez han sufrido abuso sexual y/o abandono. A ellos, les brindaremos apoyo psicológico y emocional”.

Asimismo, añadió que un segundo objetivo es “cambiar la visión que tiene la sociedad peruana sobre las barras bravas y que estas dejen de ser vistas como sucursales de pandillas y se transformen en un emblema de amor por el deporte”.

En tanto, José Luis Aliaga Reyna, director gerente de la Organización Supera, manifestó: “Nuestro objetivo es cambiar la mentalidad de los peruanos. Por ello, cuando Walter Oyarce nos invitó a ser parte de este gran proyecto, no lo dudamos”.

De esta manera, la Escuela de Liderazgo de la Organización Supera brindará técnicas y herramientas a través de talleres vivenciales para que mejoren su calidad de vida y se conviertan en líderes positivos capaces de forjarse un futuro digno y puedan lograr sus objetivos sin volver incurrir en la violencia.

Cabe destacar que en sus inicios Proyecto Esperanza se dedicó a trabajar con jóvenes integrantes de las barras bravas de diversas provincias del país como Cajamarca, Ica y Trujillo.

Sin embargo, el incremento de violencia en los espectáculos deportivos, así como el auge del consumo y la comercialización de las drogas en estas agrupaciones impulsó al proyecto a enfocarse en los barristas de las zonas más peligrosas del Callao.