Los voceros del municipio sanmiguelino indicaron que pese a que los agentes ediles, acompañados por un representante de la Fiscalía de Prevención del Delito de Lima, llamaron reiteradas veces a la puerta de la denominada Residencia Geronto-Geriátrica Padre Urraca (ubicada en Calle Padre Urraca 230), sus encargados hicieron caso omiso a la orden de abrir.

Ante ello los oficiales municipales tuvieron que verificar desde una azotea vecina la situación de los adultos mayores que malviven casi secuestrados.