Mi papá es un señor de 51 años de edad muy bien conservado gracias al deporte que practica, el Tae Kwon Do. Es una persona alta, de 1.82 aproximadamente de contextura delgada y atlética. El color de su piel es blanco aunque en días soleados suele broncearse mucho. La madurez de este hombre ha alcanzado su punto exacto y se nota en las pocas canas que se esconden en su cabello negro oscuro.

En su rostro podemos resaltar los ojos grandes y verdes que se esconden bajo la sombra de sus frondosas cejas. Su nariz es grande y aguileña, un poco torcida hacia la izquierda por golpes recibidos toda su vida practicando un deporte de contacto. Tiene los dientes grandes que resaltan mucho en su pequeña boca.

Un signo característico de Javier De Martis Suáres, es la cantidad de bellos que sobresalen en su pecho y barba, que a pesar de que se afeita todos los días se le marca muchísimo. Es del signo de Leo y aunque podríamos pensar que es una persona conflictiva, es todo lo contrario, él es amable, respetuoso y sobretodo quiere mucho a la gente y lo demuestra dándole cariño a su familia en cada momento.

Todos decimos desde pequeños que nuestro papá es el mejor del mundo y que no hay nadie mejor que él. Este pensamiento sigue flotando en mi mente, ya que desde que nací hasta el día de hoy sigo recibiendo mucho amor, atención y compromiso de él hacia mí y mis hermanos. Desde siempre ha dado lo mejor de sí para darnos todo lo que esté a su alcance, pero algo que jamás nos ha podido negar es apoyo, amor y comprensión.

Por: Javier De Martis