Pasaron 3 meses, pero los recuerdos de uno de los episodios más desgarradores que vivió el país asiático, siguen vigentes. Así lo revelan las imágenes de un aficionado en la pequeña ciudad de Kamaishi, siendo testigo de la furia del mar en el preciso instante que se adentra a las calles, arrasando vehículos y viviendas a su paso.

Las imágenes muestran a un grupo de habitantes del lugar forzados a emprender la huida hacia algún refugio en los edificios cercanos.