Johnny López La Cotera, ser padre no es fácil. Nadie te da un manual de instrucciones, y cada hijo es diferente. Me ha tomado muchos años el poder valorar justamente lo que has hecho por mí. Con un espíritu joven, alegre y con muchos años por delante me enseñaste que no todo en la vida no siempre es color rosa, también me enseñaste a valorar y a tomar todo por el buen camino.

Sin duda tiene unos sentimientos puros, sabe lo que quiere y nada ni nadie le cambia la idea que tiene. Terco por naturaleza y siempre se sale con la suya. Todo lo que se propone lo logra y déjenme decirles – por experiencia propia – cuantas veces he tenido la razón pero para no pelear le decía “está bien”. Al pasar unas horas se daba cuenta que no era cierto y lo único que yo podía decir era: “yo te dije”.

Me siento orgullosa de ti, todo lo que has logrado lo has hecho por ti mismo. Pasaste por muchos obstáculos, tuviste muchas piedras en el camino pero nada te detuvo para lograr la posición que tienes. Sé que pasaste por mucho para lograr tus metas y tener lo que tienes, por eso es grande mi orgullo hacia ti.

Ahora quiero que sepas que todo lo que haga, todo lo que logre, hoy o mañana, es gracias a Dios, a ti y a mi mami. Y nunca olvidaré cuánto les debo. Te pido hoy que tengas confianza en tu obra: has sabido hacerme fuerte y hábil, y a distinguir lo bueno de lo malo. Siempre ocuparás una posición de honor en mi corazón y en mi mente. Solo te digo que preparaste para mí un futuro luminoso, y tenlo por seguro que no te defraudaré.

Por: Angie Jimenez