La Pacha Huara es una danza tradicional que ha sido practicada a través de los años en el distrito de Huertas, en Jauja. Esta danza representa y perenniza el sufrimiento de la raza negra, y a la vez, idealiza con jocosidad, altanería y mucha elegancia la libertad que durante cientos de años anhelaron.

El nombre de esta danza se deriva de dos voces quechuas: PACHA, que quiere decir tierra y HUARA que significa nuevo amanecer. En la madrugada del inicio de las festividades, los hombres y las mujeres rinden culto a los antepasados al son de la banda de músicos, mientras cruzan el rio Yacus de un lado a otro y reciben con ramos de flores el inicio de una nueva etapa en la vida.

La coreografía es importante porque representa dos aspectos de la esclavitud.

La pasión es lenta y pausada. El pasacalle, que es movido, comprende rápidos desplazamientos y movimientos ligeros de brazos y piernas, complementados con saltos rápidos. Estos movimientos representan tanto la esclavitud como la posterior libertad.

La vestimenta es la más lujosa de la región, con trajes de colores vivos complementados con deslumbrante pedrería. Llevan un sombrero de paja fina, adornado en la parte delantera, con un penacho de plumas multicolores. Cubre el rostro de éstos una máscara de charol color negro, cachimba, guantes de cuero de color negro, campanillas y paraguas.