El presidente del CEPLAN, Carlos Anderson, destacó la la necesidad de tener universidades que emulen inteligentemente la investigación en salud con la gestión de la tecnología aplicada.

A su turno, el presidente fundador de la USIL, Raúl Diez Canseco, realizó un llamado al Gobierno y las empresas privadas para que otorguen el presupuesto necesario a las universidades que tienen la capacidad de impulsar la investigación en salud. “El Perú es un país enfermo y es hora de que lo sanemos”, enfatizó.

Los participantes del foro coincidieron en destacar la importancia de pasar de un modelo orientado a las enfermedades a un modelo orientado a la promoción y prevención de la salud.

Además, expresaron que actualmente las personas con ingresos diarios entre US$ 4 y US$ 6 son la clase más numerosa en Latinoamérica; personas que salieron de la pobreza, pero aun no se consolidan en la clase media, convirtiéndose en la clase más vulnerable en materia de salud.

Igualmente, señalaron la necesidad de un proceso de reforma de políticas públicas que contemple un incremento de fondos públicos y capacidades para poder enfrentar esta nueva agenda sanitaria que le espera al Perú en las próximas décadas.

Durante su alocución, el expositor y especialista en salud pública Ernesto Gozzer comentó la tendencia global del envejecimiento de la población, destacando que en Perú el bono demográfico terminará en el 2030, es decir que la población menor de 65 años dejará de crecer respecto a la población total.

También, sostuvo que en el país existe una brecha en cuanto al personal y la infraestructura médica. Según las cifras obtenidas en referencia al año 2010 en Perú la cantidad de médicos por cada 10 mil habitantes es de 9,2, la más baja de América Latina luego de Jamaica (8,5).

Asimismo, la cantidad de enfermeras y parteras por cada 10 mil habitantes es de 12,7, proporción superior a Chile, Colombia y Venezuela, pero inferior al resto de América Latina.