En los días anteriores a la zarpada para el inicio del viaje en el puerto brasileño de Itajaí, en el ambiente de la flota había una especie de melancolía, y era bien justificada.

“Velas Latinoamérica 2014”, en su segunda edición, estaba listo para emprender su gran aventura, en la cual ocho hermosos veleros de América Latina partirían de dicho puerto de Brasil para recorrer inhóspitas aguas del Mar de Plata, Valparaíso, Cartagena de Indias, hasta llegar a México.

El trayecto estimado de tan osado desplazamiento por los mares latinos es de 12 mil millas naúticas, lo que equivale a diecinueve mil trescientos doce con trece metros, durante unos 134 días.

Una despedida dolorosa

A pesar de lo magno de este encuentro naval, la tristeza, según nos confiesan sus ocupantes, no puede irse como sí lo hace el viento. “El dejar a los tuyos, tu patria, el suelo que te vio nacer siempre es penoso. Pues un marino nunca sabe si retornará”, confiesa Rodrigo Travesianho, uno de los 50 estudiantes de la Marina de Brasil que viaja a bordo del buque de su país de nombre ’Cisne Branco’.

Y es que Rodrigo y cada uno de sus compañeros saben que un buen guerrero, y en este caso, un marino, no vuelve la vista atrás.

¿Quiénes son los ilustres tripulantes que viajan en los veleros?

Pero Rodrigo y sus decenas de compañeros no están solos. Junto a ellos, en los otros siete veleros viajan también otras delegaciones de estudiantes marinos en fase de instrucción.

Así tenemos a Argentina y sus buques ’Fragata Libertad’, e ’Ice Lady Patagonia II’; Chile con su velero ’Esmeralda’; Colombia con su célebre buque ’Gloria’; Ecuador y su embarcación ’Guayas’, cuyo nombre fue puesto en honor al primer barco a vapor hecho en Sudamérica; México y su imponente buque ’Cuauhtémoc’; Venezuela y su ’Simón Bolívar’.

Junto a estos jóvenes viajan los capitanes del barco, oficiales y tripulantes (entre personal de limpieza, cocineros, carpinteros…). Todas estas naves cuentan con decenas de habitaciones con una capacidad para hasta cuatro cadetes cada una. El cadete, como requisito para navegar, debe haber concluido satisfactoriamente el tercer año de su formación naval.

Un marino en busca de aventuras que encandila

A sus escasos 22 años, el cadete colombiano Tatiano Pedregli ya tiene bien claro en la mente qué dirección seguir. Al igual que su bisabuelo, un almirante de origen italiano, planea recorrer el mundo surcando los mares y mismo Simbad, el Marino, mítico personaje del libro ’Las mil y unas noches’, desea conocer diversas culturas, gente y dejarse envolver por sus historias ancestrales. Esto último es lo que más le fascina.

“Mi contacto con el mar comenzó desde muy pequeño (…) Quería saber qué escondía ese fondo lleno de agua que parecía no tener fin y por el cual los barcos parecían perderse. Ahora, ya mayor, sigue sorprendiéndome de los mundos que gracias a estos viajes se pueden descubrir”, relató el joven aprendiz mientras ataba uno de los nudillos de su nave, que minutos antes se había desprendido, debido a los fuertes vientos que azotan, por esta semana, el puerto del Callao, lugar al que arribaron los 8 veleros siguiendo su itinerario.

Del amor y otras decepciones… Este marino te conmoverá

Si bien es cierto, en la historia de Tatiano existe convicción; sin embargo, no todos llegaron a las filas de la marina de su país por este mismo motivo. Este podría ser la historia de Diego de Japota, un ecuatoriano, quien con su 1.85 cm de estatura difícilmente pasa desapercibido en su embarcación de nombre ’Guayas’.

“Sí, llegue aquí por una decepción”, confiesa el marino de 25 años, tras recordar a aquel ingrato amor del pasado. Reveló que amó demasiado, pero que una infidelidad por parte de quien fue su pareja desde el colegio le cambió la vida.

“¿Quién dice que los hombres no sufren? Al igual que varias mujeres ingresan por decepciones, al monasterio, yo llegué por un mal de amor (a la marina). Pero no me arrepiento, porque sé que escogí lo mejor”, añade Diego ahora ya con ilusión y cierto brillo en los ojos.

Y es que no se equivoca, pues, tras el mal paso, Diego encontró su vocación y un profundo amor que difícilmente lo abandonará: el mar.

Lo veleros forman la unión entre el Perú y otros países

Aparte de estas historias de encuentros y desencuentros de los estudiantes marinos, los capitanes de las naves resaltan que el evento busca estrechar y fortalecer los lazos de amistad.

Y es que eso no puede ser más que cierto. Y así nos lo confirma el capitán del buque Gloria (Colombia), Andrés Combariza, quien la mañana del 24 de abril se emocionó cuando una banda peruana lo recibió a él y a sus ocupantes con la tocada en vivo de un vallenato.

“Qué gran recibimiento. Nos sentimos como en casa. Cómo si nunca hubiésemos zarpado de Colombia. Estos detalles son únicos”, exclamaba mientras aplaudía con júbilo la canción oriunda de su país.

¿Cuáles son las características de tan magnos veleros?

En su mayoría, estos veleros se caracterizan por tener un promedio de 60 metros de altura, similar a la de un edificio de 20 pisos. Su superficie vélica, área superior, puede llegar a alcanzar los 3,000 m2, equivalente a media cancha de futbol. Otro detalle de su infraestructura a resaltar es su propulsión mecánica, cuyo motor permite un mejor control en el ingreso al muelle.

¿Cuál es la importancia de este tipo de viajes? Es la plataforma que más se adecua para contribuir eficazmente con la política exterior de cada estado; permite cumplir las políticas de Estado y objetivos nacionales establecidos en la constitución de cada país; permite la formación del personal naval en el manejo de un velero a fin de poner en práctica sus conocimientos teóricos.

¿Para cuándo el Perú podrá contar con su propio velero?

¿Y el Perú? Si bien es cierto nuestro país aún no se une a esta hazaña por los mares, muy pronto sí lo hará. Para ello, se construye el buque escuela ’Unión’, el cual contará con una maquinaria simple, por lo cual se le calcula 100 años de vida. Asimismo, artesanos de diversas regiones trabajarán los tallados en madera, la cual será traída desde Madre de Dios y Pucallpa.

Se estima que esta nave peruana esté lista para el 2015 y que en el 2018 ya pueda emprender su viaje y visitar los grandes puertos acompañando a los otros buques.

¿Quieres conocer los veleros de Latinoamérica más hermosos?

Mientras tanto, los peruanos podemos deleitarnos viendo los magnos buques de América Latina que han llegado al puerto del Callao, como parte de su itinerario. En el video de esta nota, te ofrecemos más detalles de cómo puedes inscribirte para visitarlos y recrear así un viaje en el infinito mar.

Quién sabe y además de ello puedas reconocer, si tienes la suerte, a Rodrigo, Tatiano y Diego o conmoverte con otras historias, que sin duda, son dignas de escuchar. Así que buen viaje.

Por: Aurora Caruajulca (@ACaruajulca)