Manuel Saravia, psicólogo del Instituto Guestalt del Perú, explicó por qué hay tanto fanatismo hacia el fútbol en épocas de un mundial, a tal punto de convertirse en una obsesión que puede llegar a ser perjudicial no sólo para el fanático, sino también para quienes le rodean.

“El fútbol es un deporte que despierta pasiones y en muchas personas se convierte en obsesión. Hay en quienes durante la época del mundial se activa ese fanatismo”, comentó Saravia a Peru.com.

Cuando habla de fanatismo, se refiere a las “personas que pueden tener actos irracionales y reacciones desproporcionadas, quitándole el verdadero sentido del mundial, que es disfrutar de la fiesta deportiva”.

Dijo que el fanatismo hacia el fútbol puede afectar el estado de ánimo o incluso la salud.

“Hay personas que tienen reacciones que rompen todos los cánones de la normalidad. No puede ser posible que porque perdió el equipo favorito en una apuesta, llegue la desilusión a quitarles el sueño, a tener cuadros de ansiedad, o a estar irritables todo el día, con poca tolerancia y empiecen a maltratar a las personas. Ahí estamos hablando de una actitud irracional”, enfatizó.

Saravia puso énfasis en los efectos que puede tener esta clase de fanatismo obsesivo en los jóvenes y adolescentes. Señaló que en ellos se forman conductas impulsivas que a veces pueden estar relacionadas con el consumo de alcohol o de drogas, con actos delictivos e incluso con pandillaje o acciones que atentan contra la propiedad privada.

“Un adolescente que está ilusionado con determinada selección podría frustrarse aún más (que los adultos). Esto repercute en los estudios. Veremos a algunos padres de familia diciendo que sus hijos no durmieron bien, no van a la universidad o contesta mal, porque su equipo perdió”, comentó al Portal de todos los peruanos en el mundo.

En cuanto a los adultos jóvenes, estos pueden mostrar actitudes violentas si combinan alcohol con ese fanatismo exacerbado hacia el fútbol.

“A veces vemos a personas que en bares o lugares públicos miran el mundial en una pantalla gigante y consumen alcohol, y tienen reacciones que no son de lo más decorosas. Pueden ser violentas como consecuencia de la frustración de ver perder a su equipo”, aseveró.

El perfil del fanático del fútbol

Para Manuel Saravia, un perfil del fanático puede ser el obsesivo, el que suele tener la banderola, el polo y le gusta pintarse la cara, además de tener todos los atuendos de su equipo y reaccionar de manera apasionada e irracional. Además, al ser obsesivos, no van a permitir que los hinchas del equipo contrincante hagan comentarios en contra de la selección de sus amores, porque reaccionarán con violencia.

“Cuando el equipo gana, todos estamos contentos, pero cuando pierde, un poco más y le tiran objetos a los jugadores o al árbitro. Siempre hay un culpable y siempre hay una razón para sentirse mal cuando el equipo tiene el resultado que el hincha no espera”, agregó.

¿Qué hacer para controlar el fanatismo?

Saravia explicó que el problema no es que la persona sienta admiración por un equipo, sino hasta dónde este fanatismo comienza a afectar la vida de esa persona.

“Si como consecuencia del fanatismo, la persona tiene problemas con sus padres, pareja, trabajo o amigos, entonces debe aceptar que el fanatismo ya representa un problema en su vida. Por lo tanto, debe hacer algo al respecto. Debe aprender a controlarse, a ver el fútbol de una manera distinta, como lo que es: un espectáculo deportivo para disfrutarlo”, declaró el especialista.

Resaltó también la importancia de la educación que brindan los padres a sus hijos para combatir este problema. “Desde que son niños se les enseña a manejar la frustración, de que no siempre se gana y que pase lo que pase, nada justifica un acto irracional o vandálico”, puntualizó.

Por: Gustavo Muñoz (@Gustavo_MP)