Al artista Félix Espinoza le sobra talento. Sus obras se han expuesto en varias galerías del mundo, ha recibido condecoraciones en el extranjero y sus pinturas son elogio de la crítica. Algo sin duda destacable para cualquier pintor en un medio tan difícil como el peruano. Sin embargo, este artista lo logró… sin tener manos.

Pero Félix Espinoza no quiere que lo recuerden por ser un pintor sin manos, él desea trascender por la belleza de sus obras, inmortalizarse por su talento. La dualidad de ser discriminado por profesores, artistas y la sociedad en general se contrasta con el elogio por lástima y lo insólito de ver a alguien que pinta utilizando la boca. Bajo esos dos mundos ha tenido que bregar este artista.

“A veces me quieren dar limosnas o propinas porque me ven en este estado (…) soy un obrero de mi arte y tengo satisfacciones cuando se reconoce mi obra. Tengo un don y he nacido así [sin brazos], pero continúo aprendiendo técnicas”, expresó Espinoza.

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El mensaje de Espinoza no es uno de supervivencia pese a la adversidad, es un ejemplo de testarudez ante los reveses de la vida: un migrante sin brazos y sin una pierna abriéndose camino en el mundo del arte en la capital.

Sin apoyo del Estado

Espinoza lamenta que hasta el momento no haya recibido apoyo del Estado ni de ninguna entidad pública, como el Ministerio de Cultura o el Conadis. Considera que su talento merece dicho respaldo, pero desde que asumió su condición de artista ningún gobierno se ha comunicado con él.

“Quizás la actual ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón, o el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, se sensibilicen y vean mi arte”, dice Espinoza, quien anteriormente ha recibido la promesa de apoyo de algunos parlamentarios, pero sin ningún resultado.

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Algunos datos de consideración.

Félix Espinoza está a poco de cumplir sesenta años, nació en La Oroya y su primera incursión en el arte la realizó a los cuatro, sorprendiendo a sus padres. Para pintar, además de la boca, utiliza también la única pierna que tiene y se define como un obrero del arte que es perfeccionista. Talla madera y desea pintar murales, tal como los grandes artistas mexicanos.

El artista da conferencias de motivación y dicta talleres de pintura. Cualquier contacto al teléfono 261-9114.

Por: Rafael Roque (@RafoRoque)