Aquí te damos algunos consejos para ayudar a los niños que mojan la cama a superar el problema.

Dale confianza a tu niño. Si tu hijo moja la cama, primero y antes que otra cosa, explícale que el problema es común y que no es su culpa. Asegúrate de que sepa que no está mojando su cama intencionalmente. Y por encima de todo, enfatiza que este comportamiento no lo hace una mala persona.

Procura que tome más líquidos durante el día. La hidratación adecuada juega un papel primordial en el rol de la prevención de este problema. Muchos niños esperan hasta que estén muy sedientos para tomar algo, y en ese punto, suelen calmar su sed con bebidas azucaradas o con cafeína, algo que sólo ocasiona que el problema empeore.

Elimina la cafeína. Entre más puedas restringir los alimentos y bebidas con cafeína, más eliminarás el riesgo de que mojen la cama. La cafeína se encuentra en el chocolate, los refrescos y los tés negros y verdes; es un diurético, así que promueve la micción.

Incorpora una visita al baño antes de irse a dormir. Las rutinas para irse a la cama son cruciales como parte de la higiene del sueño, especialmente para los niños, porque estos funcionan con los biorritmos propios de su cuerpo para ayudarlos a facilitar las transiciones entre procesos naturales como el comer, caminar y dormir.

Establece horarios para irse a dormir. Acostumbrar al cuerpo de un niño a dormirse a la misma hora todos los días es una gran manera de desarrollar biorritmos saludables. Apegarse a una rutina, así como los períodos nocturnos largos y regulares de sueño, ayudan a evitar que un niño moje la cama.