La vagina tiene la función de protección, cuenta con una barrera de microorganismos que actúan como defensa para impedir el desarrollo de infecciones, así lo afirma la ginecóloga Liliana Fondeur en el blog Salud y Algo Más.

El uso prolongado de toallas protectores somete la vagina a un aumento de temperatura, como si la vagina estuviera en un microondas. En muchos casos le agregamos un pantalón ajustado o pasamos mucho tiempo sentadas, incrementando la temperatura.

El uso de las toallas protectoras debe limitarse, al principio y al final de la menstruación o cuando la mujer utiliza tratamiento con óvulos o cremas vaginales con la intención de proteger la ropa interior.