Los alimentos deben ser digeridos completamente para que no dejen ningún residuo tóxico y no interfieran con los procesos metabólicos. Cada enzima y el ácido gástrico deben ser segregados en la cantidad adecuada, en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen estado.
Para mejorar tu digestión sigue estas recomendaciones:
1. Establece un horario para tus comidas. El reloj biológico de tu organismo se acostumbra a los horarios fijos y así favoreces tu digestión.
2. Consume más fibra. Regula la actividad intestinal y evita el estreñimiento.
3. Mayor hidratación. Tomar agua facilita la digestión.
4. Relájate. Come con calma, hazlo en un ambiente tranquilo, masticando bien y saboreando los alimentos.
5. Ejercicio. Como siempre se ha recomendado, la actividad física es una solución para evitar la mala digestión y mejorar el trabajo intestinal.
No olvides incluir alimentos ricos en proteínas como pescado, pollo, pavo y leche descremada, que ayudan a reforzar la válvula que protege el estómago.