1. Recuéstate boca arriba, dobla las rodillas y coloca los pies en el suelo, respira lentamente un par de veces. Vuelve a inspirar y al sacar el aire aplana la parte trasera del cuello contra el suelo. Mantén la posición unos segundos. Regresa a la posición original y repite 15 veces.
2. En la posición anterior, haz círculos con la cabeza, sin levantar los hombros del suelo, hacia la derecha e izquierda. De esta forma relajas tu espalda. Gira por 3 minutos.
3. Siéntate y gira la cabeza lo más que puedas hacia un lado y luego hacia al otro. Coloca el dedo índice unos centímetros delante de tu nariz e intenta tocar tu dedo y luego hacia atrás. Haz dos repeticiones.
4. De pie, pon tus manos sobre la nuca, empuja hacia tus manos mientras que éstas oponen resistencia. Mantén la posición unos segundos. Eleva la barbilla.
5. Sentada inspira mientras contraes el cuello y subes los hombros, al soltar el aire relaja los hombros y el cuello. Haz dos repeticiones.
Para relajarte aún más, escucha tu música favorita y realiza esta rutina al aire libre. ¡Mucha suerte! y aléjate dele estrés.