Según informa Daily Mail, la pequeña Grace, de 4 años de edad nació con el síndrome de Smith-Magenis, un extraño trastorno cromosómico que eleva su umbral del dolor hasta tal punto que no siente si se hace daño.
Sus padres aseguran que tienen que poner cuatro veces más atención en Grace, hasta el punto de que duermen con ella y observan cada uno de sus movimientos.
El síndrome, que sufre una de cada 25.000 personas, también afecta a las hormonas del sueño, por lo que, según el citado diario, Grace se despierta durante la noche gritando o golpeándose la cabeza. Para evitar que se haga daño, la pequeña tiene que dormir en una habitación acolchada.
Grace nació el 13 de abril de 2007 y doce días después los médicos diagnosticaron el extraño síndrome. Más sorprendente aún si cabe debido a que en la familia de la pequeña no hay antecedentes de la enfermedad y sus dos hermanos, Harry de nueve años y Charlie, de 18 meses de edad, están completamente sanos.
“Su umbral de dolor es tan alto que puede mantenerse en un radiador caliente o tocar un hervidor de agua sin saber que se está quemando hasta que sea demasiado tarde”, explica su madre.