Las 500.000 monedas de oro y plata de la fragata Mercedes, un barco del siglo XIX desenterrado del fondo marino por la compañía estadounidense Odyssey, irán a España después de que un tribunal de Estados Unidos fallara a su favor.
La firma estadounidense y el gobierno peruano discutían las reclamaciones españolas sobre el tesoro. La carga de Nuestra Señora de las Mercedes es considerada uno de los tesoros más grandes encontrado bajo el mar, y su valor en dinero se calcula en US$ 500 millones.
La estrategia española consistió en demostrar que la fragata Mercedes era un barco de La Armada española, es decir un buque de Estado en misión de Estado, y no un barco comercial.
Durante todo el litigio Odyssey ha insistido en la naturaleza comercial de la misión de la fragata y que la operación de rescate del tesoro, denominada Cisne Negro, no se desarrolló en aguas territoriales españolas. El Mercedes fue encontrado frente a las costas de Algarve en Portugal.
“Odyssey profanó un cementerio marino protegido por la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera. En el archivo tenemos la información de cuáles y dónde pueden estar los naufragios pero no podemos evitar que alguien venga a investigar para desenterrarlos”, explicó Pilar del Campo, responsable del Archivo Naval de Madrid.
Perú y sus reivindicaciones
Durante el litigio por la fragata, el gobierno peruano y una treintena de descendientes de los comerciantes propietarios de las monedas, alegaron ser los propietarios argumentando que el buque transportaba bienes privados.
Finalmente los tribunales de EE.UU. desestimaron la solicitud después de que España argumentara que en ese momento Perú era el Virreinato del Perú que formaba parte del Imperio español. “Además se demostró con documentos que todos los oficiales y particulares que tenían que ver con la fragata fueron indemnizados y pensionados, así mismo sus viudas y herederos”, dijo Del Campo.
El Mercedes Era un buque de guerra que regresaba de recaudar los caudales de la Real Hacienda en el Virreinato de Perú. A comienzos del siglo XIX la ruta hacia Europa gozaba de una relativa calma, hasta que una flota británica hostil interceptó al Mercedes.
Fuente: BBC